18/08/2015

START UP: Lean Startup. La mejor forma de emprender optimizando recursos


Sorprende lo poco que se oye hablar de Lean Startup, cuando esta forma de emprender es algo que existe desde mucho antes de que Eric Ries lo conceptualizara y le pusiera nombre.

Lean Startup en realidad más que un método es un proceso, casi una filosofía empresarial que se orienta a dar con una propuesta de valor óptima en términos de satisfacción del cliente, tiempo de desarrollo y recursos necesarios.

En el mundo emprendedor es habitual encontrarse con proyectos que planifican unas fases de desarrollo teóricas para conseguir un MVP (mínimo producto viable) y luego en la práctica estos plazos se dilatan en búsqueda de un mayor perfeccionamiento del producto o servicio. Esta circunstancia suele venir asociada a consumos de recursos mayores de los previstos y lo que puede ser más determinante, pérdida de algo tan crucial en los negocios como es el momentum.

Si bien es evidente que un producto o servicio más desarrollado o cerrado debe aportar más posibilidades de éxito, no es menos cierto que el desarrollo in house se hace en gran medida a ciegas del feedback del mercado y a menudo depara sorpresas desagradables.

Por todo ello la filosofía Lean Startup de Ries “busca eliminar las prácticas ineficientes y se centra en incrementar el valor de la producción durante la fase de desarrollo, así puede tener más oportunidades de triunfar sin requerir grandes cantidades de fondos externos, planes de empresa elaborados, o el producto perfecto”.

Esto se traduce en una metodología que simplificada se reduce a: Crear-Medir-Aprender


Resultado de imagen de lean startup



En lugar de pasarse años diseñando un producto perfeccionándolo hasta que por fin aparece en el mercado, este método se basa en un proceso continuado en el que habiendo diseñado un producto mínimo viable, lo mostramos al cliente potencial y medimos su impacto. Tras estudiar los resultados, podemos modificar, mejorar o pivotar la idea, antes de reiniciar el proceso de nuevo.

Esta manera de proceder, nos permite invertir menos recursos en la fase inicial, acortar los ciclos de producción y perfeccionar nuestro producto en sintonía con el público al que va dirigido, ya que el proceso permite conocer durante su creación los gusto e intereses del cliente potencial.


Ries ideó este método tras su experiencia en  fabricas japonesas, basadas en un sistema llamado de producción ajustada, que considera como desperdicio todo aquel gasto de recursos que vaya dedicado a un objetivo que no sea la creación de valor para el consumidor final. Sobre esta premisa se basa también en gran medida el método Lean.


En cualquier caso hay algunos aspectos que hay que tener en cuenta para que nuestro ciclo de aprendizaje tenga éxito:


1 - La creación de nuestra hipótesis o idea inicial requiere de cierto criterio, de ahí que la experiencia, intuición y conocimiento del emprendedor sean claves. 

2 - Si el emprendedor no cuenta con esos activos entre sus capacitaciones debe saber rodearse de un equipo asesor, socios o mentores que aporten estos valores a sus otras capacidades.

3 - De igual modo, la elección del punto en el que fijar el ‘mínimo producto viable’ es clave dejando de lado 'preciosismos' técnicos u obsesiones de creador, tan habituales en los proyectos de base tecnológica. Con frecuencia los emprendedores perfeccionan demasiado su producto haciéndolo inviable. En caso de duda, mejor simplificar.

4 - Tener clara una estrategia de marketing go to market, de modo que acercar nuestra oferta al mercado sea ágil y permita una eficaz recepción del feedback.

5 - Podemos también hacer micro marketing, diversificando la difusión de nuestro producto con diversos canales, pero conviene acotar este proceso para evitar que se nuble el resultado de nuestro split-test.

6 - Por último tan importante como recibir feedback, lo es hacerlo a través de indicadores cuanto más claros, cuantificables y medibles mejor. De lo contrario una mala interpretación interrumpirá el ciclo de información/experiencia necesario para mejorar nuestra propuesta de valor.

Como el Lean Startup se basa en aportar gradualmente nuestros recursos al desarrollo de producto de modo que diversificamos nuestra asunción de riesgo, algo que al fin y al cabo es de sentido común.

Si estás pensando emprender sin duda te aconsejo que te empapes de esta filosofía. Para acabar te dejo un caso de Startup muy cercano y conocido que constituye un ejemplo muy ilustrativo:

http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2015-04-06/hawkers-gafas-de-sol_753986/


________________________________________________________________________

En Aimark Startups somos emprendedores con más de 15 años de experiencia en creación y gestión de empresas. Creemos firmemente en las sinergias resultantes de la suma de creatividad y energía con experiencia y realismo. Como mentores queremos compartir nuestra experiencia con emprendedores con proyectos atractivos y sostenibles, a través de la filosofía Lean Startup. Como inversores apostamos por proyectos en fase idea o ‘preseed’ con propuestas de valor viables y realistas.