13/02/2011

CULTURA: Valor de Ley, un western inocuo

En vísperas de que la alfombra roja de los Goya se cubra a partes iguales de talento, ínfulas y caspa, me propongo buscar entre los estrenos foráneos una nueva entrada para este blog. En este caso la elegida es Valor de Ley (True Grit),  la última de los Cohen.


Lo primero a mencionar es la nutrida cola que precede la entrada en la sala de versiones originales, prueba de andar por casa del reconocimiento que los Cohen han logrado entre el gran público después de 15 películas y de contar en sus repartos con intérpretes como Jeff Bridges, George Cloney, Catherine Zeta-Jones, Brad Pitt, Javier Bardén o Matt Damon. ¿Mal presagio? No debería tener porqué.


Reconozco que a la hora de empezar este artículo me debato entre hacerlo centrándome en la historia original de Charles Portis, ya llevada al celuloide en 1969 por Henry Hathaway con el icónico John Wayne, o bien hacerlo en el trabajo del genial tandem de directores. No en vano en pocas ocasiones son tan visibles las costuras que mantienen sujetas estilo, historia y estructura   


La novela original de True Grit es una historia que a priori encaja perfectamente en la acepción de Western clásico; unos buenos y unos malos enfrascados en un ajuste de cuentas en el contexto áspero y amoral del medio oeste americano a finales del siglo XIX. De este arquetípico decorado se desmarcan el personaje de un protagonista poco habitual, una valiente niña de catorce años que para vengar la muerte de su padre decide contratar los servicios de un veterano justiciero, tosco y alcoholizado (Jeff Bridges en la película). A esta peculiar caza del foragido se une casi accidentalmente un ranger de Texas obstinado y fanfarrón que acaba por perfilar un equipo en cuyo éxito es dificil confiar. La trama se centra desde entonces en ir deshojando la personalidad de los perseguidores, mateniendo al temible foragido a la sombra de la narración hasta que el desenlace de la caza desenmascara a un malo de segunda regional y descubrimos porqué la niña es el único personaje mítico del trío, mientras que los dos John Waynes de ocasión son unos supervivientes periféricos. 


En esta perversión de los clichés es donde los Cohen han encontrado vía libre para hacer lo que tanto les gusta, modelar personajes desconcertantes, enigmáticos y ridículos, a partes iguales. Para ello en Valor de Ley, el papel de la niña es el renglón sobre el que los creadores de esta adaptación, describen una atmósfera negra e inaudita, que logra atraer más al espectador que el argumento en sí. El efecto final es la sensación de haber asistido a una fantasia disfrazada de realidad, violenta en sus formas y sin embargo inocua en sus consecuencias. Todo lo contrario de lo que sucede en obras de otros cineastas como por ejemplo Tim Burton y su Alicia en el País de las Maravillas, cuento con el que algunos críticos han comparado True Grit.


En definitiva nos encontramos ante un nuevo ejercicio de estilo de unos hábiles y caprichosos cineastas. Ni el más divertido, ni el más impactante  pero perfectamente homologable en arena, sangre y cinismo como sus predecesoras.


Referencias:


Joel y Ethan Cohen
Sangre fácil (Blood Simple) - 1984
Arizona Baby (Raising Arizona) - 1987 
Muerte entre las flores (Miller's Crossing) - 1990
Barton Fink - 1991
El gran salto (The hudsucker proxy) - 1994
Fargo - 1996
El gran Lebowsky (The Big Lebowsky) - 1997
O Brother! - 2000
El hombre que nunca estuvo allí (The Man who wasn't there) - 2001
Crueldad intolerable (Intolerable cruelty) - 2003
The Ladykillers - 2004
Paris, Je t'aime - 2006
No es país para viejos (No country for old men) - 2007
Quemar después de leer (Burn After Reading) - 2008
Un tipo serio (A Serious Man) - 2009


Henry Hathaway
Vallor de Ley (True Grit) - 1969


Charles Laughton
La noche  del cazador ((The night of the hunter) - 1955


Tim Burton
Alicia en el país de las maravillas (Alice in Wonderland) - 2010